Connecta amb nosaltres

Entrevistes

Juani de Lucia: “El Bagdad es la cuna del porno en España”

Pizpireta, sin pelos en la lengua y con las ideas muy claras: Juani de Lucía es una mujer de armas tomar. Nació en Cádiz y hace más de 40 años que es la cara visible de la Sala Bagdad (Nou de la Rambla, 103), un templo del porno que abre cada día del año –excepto los festivos navideños– y da trabajo a más de 30 artistas. Hablamos con ella sobre la historia y los secretos de la sala y, cómo no, hablamos de sexo. Juani no quiere confesarnos su edad “¡Eso no se pregunta a las mujeres!” pero podemos aseguraros que su vitalidad, su fuerza y sus ganas de trabajar están intactas.

Publicat

on

Háblanos de los orígenes del Bagdad y de cómo empezó tu andanza aquí…
Antes de entrar nosotros, este local pertenecía a la mítica vedette La Bella Dorita y era un tablao flamenco que se llamaba la Bodega del Toro. Cuando ella ya era mayor, quiso traspasar el local y lo cogió mi marido. Lo inauguramos el 20 de diciembre de 1975, justo un mes después de la muerte de Franco. Yo en ese momento estaba estudiando, era muy jovencita, pero conocí a mi marido, me enamoré y me embarqué con él en esta aventura. Empecé en la parte administrativa porque yo había estudiado peritaje mercantil, pero no tenía ni idea del mundo de la noche ni de la farándula.

¿Cómo decidís convertirlo en un local de sexo?
Mi marido, que es un gran empresario, ya había tenido otras salas de fiestas con espectáculos eróticos. Cuando abrimos, empezamos haciendo striptease. En aquel tiempo, prácticamente en la dictadura, las artistas no se podían quitar el sujetador, se tenían que quedar con las pezoneras y era impensable que se quitaran el tanga.

¿Qué es la Sala Bagdad? Hay quien cree que es un prostíbulo o una sala de striptease.
La gente tiene un gran cacao en la cabeza… El Bagdad es un local pionero de espectáculos porno. No trabajamos con prostitutas, trabajamos con actrices porno que se dedican a hacer espectáculos en vivo.

También ofrecéis shows privados?
Si viene una pareja o una despedida de soltero y quieren un espectáculo privado, también lo hacemos. Vienen parejas que quieren que otra pareja les haga un show porno solo para ellos; señoras que, por sorpresa, le regalan a su marido un espectáculo de striptease… Y también hacemos fiestas privadas para grupos y empresas.

¿Los espectáculos están adulterados o se trata de sexo en vivo, sin trampa ni cartón?

Lo que tiene el Bagdad es que ofrecemos sexo explícito sin trampa alguna, a veces con eyaculación incluida. La sala es pequeña y el público está muy encima, tocando al artista.

¿Son espectáculos participativos?
Por supuesto. Es un espectáculo interactivo y el público participa activamente, sexualmente. Se practica sexo en el escenario con el público que viene.

¿Cuál sería, en general, el perfil del público de la sala?
Son personas de nivel adquisitivo medio alto. Viene mucho turista (un 75% del público), de Estados Unidos, de México, ingleses, noruegos, rusos y asiáticos. Vienen personas de varias edades, desde grupos de chicos y chicas jóvenes hasta parejas más mayores.

¿Dirías que el sexo está todavía estigmatizado?
Hay mucha hipocresía y doble moral, pero después de 40 años aquí cada día me sorprendo del público que viene: personas mayores que permiten que su pareja haga un trío en el escenario delante de todo el mundo; hombres con su corbata y su americana que acaban teniendo sexo con nuestra artista trans… Aquí la gente se transforma.

Por el Bagdad han pasado famosos como Nacho Vidal o Rocco Siffredi. ¿Qué otros nombres destacarías?
Actualmente tenemos a grandes nombres del porno como Dinio, su hermano Rafa, Marco Banderas, Susy Gala, Sophie Evans, Alba de Silva… Nacho Vidal empezó aquí. Todas las estrellas del porno pasan por aquí, el Bagdad es la cuna del porno en España, es una escuela, como La Masia pero del porno.

¿Cómo seleccionáis a los artistas?
A mí me viene la gente y me pide trabajo, me mandan sus fotos y su experiencia y yo hago la selección. No hacemos castings al uso, yo tengo mucha intuición para saber si alguien tiene valía, aunque no tenga experiencia. Eso me pasó con Nacho Vidal: en el momento en que lo vi, supe que iba a llegar lejos.

¿Os afectó la crisis?
Sí que la notamos, pero uno de mis lemas para mantenerme aquí es que, aunque estemos en crisis, el espectáculo no decae, seguimos manteniendo la calidad. Lo que sí que nos afectó en 2017 fue el procés, porque tenemos mucho público que viene de fuera y bajó mucho la cantidad de gente en los meses de octubre y noviembre, que por lo general son muy buenos porque hay congresos y ferias, lo que nos reporta mucho público.

Durante todos estos años has vivido en primera persona la transformación del Paralelo. ¿Añoras tiempos mejores?
Recuerdo cuando empezamos aquí, en el Paralelo, que era el momento de apogeo de los music halls, del Molino, del Arnau… La gente salía al teatro con sus pieles, con sus joyas… Era muy bonito. Ahora todo ha cambiado y me da pena ver cómo están el Molino y el Arnau, pero hay que tirar para adelante y hay que evolucionar.

También llegó internet y el consumo de sexo ahora es más accesible que nunca. ¿Os habéis adaptado a ello?
Nosotros fuimos los pioneros en hacer shows a través de webcams interactivas, cuando no existía la banda ancha ni la fibra óptica. Montamos unos estudios de video-chat y las chicas trabajaban desde allí. Emitíamos junto con Private, que estaban muy introducidos en el mercado americano. Las chicas estaban en los estudios y se conectaban durante 24 horas al día. Este servicio todavía lo ofrecemos, pero ahora las chicas trabajan desde casa.

¿Qué relación tenéis con el entorno? ¿Habéis tenido problemas por ser un local de sexo?
En más de cuarenta años nunca hemos tenido un problema. Nunca ha tenido que intervenir la policía y ni siquiera hemos tenido que llamar a una ambulancia. Tenemos control de acceso y no generamos ningún tipo de escándalo. Las personas que pasan por la calle, que van con sus copas de más, pueden ser más o menos conflictivas, pero con nuestros clientes no ha habido nunca ni un problema, son personas que pagan su entrada de 90 euros y no vienen a crear problemas.

¿Qué ocurrirá con la sala cuando tu marido y tú os jubiléis?
Ya tenemos quien se hará cargo de la sala… ¡Larga vida al Bagdad!

Continua llegint

Entrevistes

‘Curro’ Rodríguez: “Volíem que la societat reaccionés davant la complicitat dels governs”

Anava a opositar com a bomber, però el dia de l’examen estava a bord d’un vaixell rumb a Gaza. El Francisco ‘Curro’ Rodríguez, de 31 anys, és patró professional i activista al Sindicat de Barri del Poble-Sec. Aquest setembre va embarcar-se a la Global Sumud Flotilla per portar ajuda humanitària a Gaza i trencar el bloqueig imposat per Israel. L’embarcació, però, va ser interceptada per l’exèrcit israelià i molts d’ells van ser detinguts.

Publicat

on

¿Qué et va a portar a sumar-te a la flotilla?
Fa temps que sento aquesta responsabilitat de fer el que estigui a les meves mans per aturar el genocidi que pateix el poble palestí. El que comenzó el 7 de octubre es només la continuación de una opresión que ve de mucho más allá. Ante la brutalidad, la gente se va a movilizar, pero la respuesta encara era insuficiente, está en un punto de estancamiento. Va ser aleshores cuando al final arriba la crida de la flotilla, una acción potente. Evidentemente, comportava riesgos, pero era una respuesta a la altura del que está pasando. La misión quería aportar ayuda humanitaria a Gaza, trencar el bloqueo y denunciar las complicidades internacionales con este genocidio.

¿De quina manera vas a acabar embarcant-hi?
No vaig poder presentar la mi sol·licitud porque era fora, i quan vaig tornar a Barcelona ja estava tot tancat. Dies abans de la sortida vaig anar a donar un cop de mà carregant menjar i aigua. Allà vaig ayudar un capità a moure el vaixell i, en saber que era patró professional, em va oferir d’anar-hi. Però després de donar-hi moltes voltes, vaig decidir que no, que no aniria.

Al final, pero, vas canviar d’opinió.
L’endemà, veient sortir los vaixells, em vaig emocionar. Se’m va quedar l’espina clavada. Sentia que hauria d’haver-hi estat, que aquella acció era el pas que necessitàvem. I mira, el destino… los vaixells van haver de tornar per mala mar. Un d’ells, l’Adara, s’hi va quedar uns dies més, així que vaig anar a parlar amb la tripulació. I aquest cop, quan em van oferir pujar, vaig dir que sí.

¿Cómo vau viure tot el viatge?
Ens vam passar gairebé un mes navegant, molt més del previst. Durant la travessa vam fer formacions i simulacres. Jo formava parte de la tripulació técnica, con empresas que también tenían experiencia marinera. Hay 23 personas de países diferentes, con trayectorias diversas, pero con un objeto común: por el que estiguemos a nuestros hombres para trencar el bloque. Sí, hi havia por, però sobretot hi havia determinació i una consciència muy clara de per què érem allà. Sabía que atravesar la zona que Israel considera de exclusión, pero era una misión pacífica, así que en principio no ens podien fer res.

¿Qué va a pasar en el momento del aborto?
L’exèrcit ens va envoltar i nosaltres, serens, vamos a seguir los protocolos de no-violència. Ens vam posar a la popa, con armilles salvavides i les mans alçades. No podemos resistirnos, només mostrar que no hay armas armadas y que era una acción humanitaria. Tot i la tensió, el que sentíem no era por sinó ràbia. Sabíem que aquellos soldados eren los mateixos que estaven asesino gent a Gaza. Van pujar armats, van trencar càmeres, ens van escorcollar i van tancar tothom dins els camarots. Ens van tenir més de 20 hores segrestats mentre ens portaven al port d’Israel.

¿Quin tracte vau rebre un cop vau tocar terra?
Quan ens van baixar, ens van asseure a terra, amb el cap cot i sense poder parlar. Hola va haver violència verbal i física: ens van estirar, colpejar i emmanillar. Ens tractaven com criminals, deien que érem terroristas per voler ajudar Gaza. Vam passar fred i ni tan sols ens deixaven anar al lavabo. Ens van donar la opción de firmar una deportación voluntaria; de cedir davant d’ells. Alguns vamos negar-nos i se’ns va tancar a la presó israeliana.

¿Cómo van ser els dies a la presó?
Va a ser degradante. A la meva cel·la érem dotze en un espai per a quatre. Estàvem tancats les 24 hores, sense sortir. Ens van tenir dies així, incomunicats. Hola havia maltractament psicològic: amenaces constantes amb armes, apuntant-nos al pit i al cap. Sabíem que no dispararien… pero igualment la incertesa hi era. Jugaven amb això. També ens privaven del son: a mitjanit cridaven, encenien els llums i ens feien aixecar per fer un recompte absurd. Además, van posar televisores que repiten vídeos de los ataques de Hamàs del 7 de octubre con una música que no está aturada.

Una forma de tortura y propaganda per autojustificarse.
Però ens manteníem unidades. Las casas y las casas están separadas, pero se sintieron a través del paso y la animación. El que ens va passar no és res comparat con el que viuen los presos palestinos. La tortura que pateixen es infinitament pitjor i això ens feia resistir-hi.

Creu que, malgrat tot, la missió va complir el seu propòsit?
Si. No en el sentimiento de trencar el bloqueig, sino pel que ha remogut. Hem rebut missatges d’infants gazians que celebraven el que fèiem, que deien que els donava esperança. También hem vist com el món s’ha mobilitzat: los estibadors italianos van dir que aturarien los ports si ens passava res, hi va haver un vaga general a Itàlia, i here, a l’Estat espanyol, mobilitzacions com feia anys que no es veien. L’esclat, la respuesta popular, es el que buscàvem. Volíem que la sociedad reaccionó ante la complicidad de los gobiernos, i ara podem dir que s’ha aconseguit.

Continua llegint

Entrevistes

Roser López Espinosa: “És clar que la dansa com a professió és inestable, però avui dia tot ho és”

Mai ha distingit la seva vida de la dansa. La Roser López Espinosa (Granollers, 1980) és una de les coreògrafes catalanes amb més projecció internacional. Després de formar-se a Amsterdam i treballar amb creadors de renom, ara treballa com a ballarina creadora i és professora al Conservatori Superior de Dansa. Aquest octubre estrena Faula al Mercat de les Flors amb un espectacle que celebra la imaginació col·lectiva a través d’una peça abstracta.

Publicat

on

Podríem dir que porta la dansa i el moviment a la sang?
Vaig començar de manera molt innata. M’encantava de petita i a casa meva es ballava molt. Els meus pares no eren professionals, ni artistes, però sí que tenien una gran passió per la dansa. A les festes, a la plaça, a casa… sempre hi havia música i ball. Recordo que feia coreografies a l’habitació, o amb amics al carrer. Era la típica noia inquieta que s’enfila als arbres i no para de fer verticals i rodes.

No trigaria a fer les primeres classes…
Va ser als sis anys que vaig començar amb la gimnàstica. Vaig competir molts anys i, en deixar-ho, vaig descobrir la dansa contemporània. La combinava amb els estudis de sociologia, que al final vaig deixar; no era al que m’havia de dedicar… En un moment determinat, vaig fer les proves per a la Universitat d’Arts d’Amsterdam, em van agafar i allà és on realment va començar la meva carrera.

Quan va decidir que aquesta seria la seva vida?
Quan vaig començar la meva primera feina als Països Baixos, amb 24 anys. Relativament tard si ho comparem amb altres trajectòries, perquè jo venia d’una formació més irregular a Barcelona. Després del meu primer solo reeixit, vaig veure possible fer camí com a creadora mentre treballava de ballarina. Així vaig començar a compaginar les dues coses: treballar amb coreògrafs, aprendre’n molt, i alhora fer cada dos anys una peça pròpia.

Com és el procés creatiu? D’on treu la inspiració?
La veritat és que mai saps on vindrà. El meu primer solo va néixer a partir d’un llibre on hi havia un passatge sobre un colonitzador que muda la pell en somnis. Jo estava en un moment vital de canvi i aquella imatge va ser un disparador per parlar de la identitat. Aquella peça es deia La pell de la sargantana.

Després vindria Lowland.
Va sorgir de veure les migracions d’aus a Madrid. Em fascinaven els centenars d’estols volant junts, treballant en equip. Això em va portar a una peça de vuit ballarins que avui forma part del repertori de companyies internacionals.

Quin paper té el públic en les seves creacions?
Té un paper central. Des del principi penso en ells, perquè sense algú que ho miri, no hi ha acte teatral. Cal, com a mínim, un espai, un intèrpret i algú que observa. Quan començo una peça, tinc llibretes plenes d’idees i d’allò que m’agradaria transmetre’ls.

La dansa és una carrera incerta. Ha tingut dubtes?
Sí. Quan tenia 18 anys, el món es veia d’una manera diferent. Es deia que hi havia feines segures i feines que no. Les artístiques ni tan sols es consideraven feines. Jo havia estudiat sociologia, m’agradava la literatura, la filologia, però no m’imaginava dedicant-me a res que no fos la dansa. Em feia por projectar-me en un futur que no em fes feliç, així que vaig decidir que preferia intentar-ho.

Va desafiar la inestabilitat.
És clar que la dansa com a professió és inestable, són feines temporals, però avui dia tot ho és. Penso que és millor dedicar-se a allò que t’apassiona. Viure amb el dubte de no haver-ho intentat és molt més dur.

És una feina exigent físicament. Alguna lesió?
Formen part de l’ofici. Hi ha sobrecàrregues i accidents. El cos és la nostra eina de treball i cal aprendre a escoltar-lo. No crec en allò de “treballar amb dolor”. Les coses petites acaben fent-se grans.

I mentalment, és complicat?
Sí. Hi ha pressió, sobretot abans d’una estrena. Però hi ha una intel·ligència del cos fascinant: els músculs recorden i això dona seguretat a escena.

Ara estrenarà Faula al Mercat de les Flors. Com definiria l’obra?
És un conte contemporani, habitat per bèsties fabuloses. La peça més abstracta que he fet, però alhora plena d’humor i de moments col·lectius. Els ballarins es transformen, hi ha elements acrobàtics i un treball de grup molt intens. M’interessa molt mostrar el que som capaços de fer junts, i a Faula això és molt present.

Què li agradaria que el públic s’endugués?
La peça celebra la imaginació com a eina col·lectiva i transformadora. Els ballarins es converteixen en criatures extraordinàries, és una manera de convidar a recordar que dins nostre tenim aquesta capacitat de transformació. La imaginació permet crear mons i canviar el nostre dia a dia. Crec que és un missatge molt necessari, sobretot avui.

Existeix cap mena de sostre professional?
No crec que hi hagi un sostre. Sempre hi ha més a descobrir, més a fer. Quan vaig començar, els meus somnis eren poder ballar, poder viure d’això, treballar amb coreògrafs que admirava. I molts d’aquests somnis s’han complert. Ara agraeixo poder viatjar, conèixer gent i tenir l’oportunitat de crear. No es tracta d’assolir un objectiu final, sinó de no deixar de caminar i gaudir del viatge.

Fotografia | Barlas Sahinoglu

Continua llegint

Entrevistes

Gil Toll: “La Casa de la Premsa ha de ser un referent en la lluita contra la desinformació”

La trajectòria de Gil Toll (Lleida, 1963) ha estat marcada per una doble vida professional i personal. Mentre que, per una banda, sempre ha estat vinculat al periodisme econòmic, en paral·lel i des de fa més de quinze anys dedica temps a la recerca històrica de la Casa de la Premsa, entre d’altres, arran d’una investigació familiar. Així, la seva vida s’ha teixit des de dues línies paral·leles: la televisió, per professió, i la història del periodisme, per vocació.

Publicat

on

Acumula dècades de professió. Com resumiria la seva trajectòria?
La meva trajectòria va començar quan havia acabat el primer curs d’universitat i vaig començar a col·laborar en mitjans. Poc temps després, amb només 22 anys i encara a la universitat, vaig entrar a treballar a televisió. Des de llavors he estat vinculat al mitjà televisiu. He passat pel Centre d’Informació Econòmica i durant molts anys vaig formar part de l’equip del programa Valor Afegit. Ara aquest espai ja no existeix, però continuo dins de l’àrea d’informació econòmica d’aquest àmbit.

Més enllà de la televisió, també ha estat vinculat a projectes amb arrel poblesequina.
Exacte, des de fa 15 anys també he dedicat temps a la història de la Casa de la Premsa. Tot va començar arran d’una investigació familiar: uns parents de la meva mare havien estat propietaris de diaris durant la Segona República.

Una trajectòria amb dues vides paral·leles?
La professional, per guanyar-me la vida, centrada en el periodisme econòmic a televisió; i la més personal, vinculada a la recerca i divulgació sobre la història del periodisme i de la Casa de la Premsa.

Durant tots aquests anys de professió, quina ha estat l’etapa més difícil?
No és fàcil escollir-ne una, però potser recordo especialment els primers temps del govern de Jordi Pujol. Jo mateix vaig ser testimoni d’una trucada directa de Pujol a la redacció, amb encàrrecs concrets. Quan li feies al president una pregunta que no li interessava, et responia amb aquell famós “això no toca”.

Avui, un dels grans debats és la digitalització i el fet que molta gent s’informa a través de xarxes socials, sovint sense el rigor periodístic. Com ho valora?
És un dels grans reptes actuals. Les xarxes han democratitzat la comunicació, però també han obert la porta a la difusió massiva de falsedats, especialment en l’àmbit polític. Des de la Casa de la Premsa volem ser part de la resposta: un espai on les entitats puguin treballar i compartir projectes amb la ciutadania. L’objectiu és que aquest edifici emblemàtic esdevingui un punt de trobada. La Casa de la Premsa ha de ser un referent en la lluita contra la desinformació i, alhora, en la defensa del periodisme de qualitat.

Quin paper juga la presència de l’extrema dreta?
Té molt a veure amb tot el que he esmentat abans sobre la manipulació de la informació. Els nazis ja van establir aquella màxima que deia que si repeteixes una mentida mil vegades, acaba convertint-se en veritat. Aquest és el principi que avui apliquen partits i líders com Vox, Donald Trump, Javier Milei, Putin i molts altres, que basen la seva estratègia política en la repetició constant de falsedats i dades manipulades.

Què podem fer els periodistes davant d’això?
Hem de continuar amb rigor i, a més de la feina diària, cal ajudar la ciutadania a entendre millor com funciona la comunicació. La clau és que la gent sigui crítica. No vol dir criticar-ho tot, sinó tenir criteris mínims per analitzar la informació: mirar la data de publicació, qui signa l’article, a quin mitjà correspon… Davant d’un text anònim o d’un missatge impactant sense fonts, cal activar totes les alarmes. El periodisme és el pal de paller de la vida política i social, i l’hem de cuidar, tant els professionals com els polítics, que són els que fan les lleis.

Un periodista pot tenir por?
Sense cap mena de dubte. Especialment les dones periodistes són a la primera línia dels atacs a les xarxes socials, on hi ha molt masclisme i molt assetjament. És terrible. Però també hi ha països on ser periodista implica posar en risc la vida. Aquí no vivim aquesta situació extrema, però sí que existeixen altres perills. Les campanyes d’assetjament a les xarxes poden traslladar-se a la vida real. No és habitual, però hi ha casos de periodistes agredits o fins i tot assassinats. Es tracta d’una vulnerabilitat constant.

Parla de grans mitjans, no obstant això, els locals què podem fer?
Us diria que mantingueu tot el rigor possible i que intenteu establir sinergies entre petits mitjans. És l’única manera que algun d’ells pugui créixer i obtenir més reconeixement. També és important col·laborar amb organitzacions i fundacions que donin suport a aquest tipus de periodisme, que sovint no és rendible ni genera beneficis econòmics, però que resulta absolutament necessari.

Expliquis.
El periodisme local necessita un suport més enllà de la publicitat. Aquest suport pot venir dels lectors, si realment valoren la feina que feu, però si això no és suficient cal buscar altres vies: fons econòmics, fundacions o entitats que garanteixin la seva continuïtat i visibilitat.

Continua llegint
PUBLICITAT

El més llegit

Copyright © ZonaSec Comunicació, 2025