Entrevista a la actriz Ana Milán
Marta Tello/ Ana Milán (Alicante, 1973) es actriz de teatro y televisión. Se dio a conocer por su papel como Victoria de la Vega en la serie Camera café. Antes había trabajado como periodista en medios como la revista “Tribuna”. Además, ha sido modelo y presentadora de televisión. Actualmente se encuentra en el teatro Condal junto a su pareja Fernando Guillén Cuervo, con la obra “Hoy: el diario de Adán y Eva”, basada en la novela de Mark Twain.
Ana Milán y fernando Guillén Cuervo/ Grup Focus – Teatre Condal
Sabemos que le propusiste a Fernando Guillén hacer esta obra volviendo de un viaje a Paris, pero ¿cómo surgió la idea?
Fue un impulso. Ni había leído la novela, ni había visto la obra, ni nada que se le pareciera. La única referencia que tenía fue que hace unos 9 años mi hermana Maribel me dijo “tienes que ir a ver el diario de Adán y Eva. Es la función más bonita que he visto nunca”. No pude porque estaba haciendo 5mujeres.com, pero de alguna manera eso se me quedó grabado, hasta esa vuelta de Paris.
Miguel Ángel Solá y Blanca Oteyza, los actores que la representaron inicialmente, también eran pareja fuera del escenario. Parece casi un requisito…
Es una función que mínimo te tienes que caer muy bien, y si estás enamorado, mejor. Porque “El diario de Adán y Eva” es una historia de amor a través del tiempo, y se necesita conocer el amor para hacerla.
¿Destacarías algo de la obra?
Tiene un tercer actor que es el público, porque en realidad, y eso la gente que vea la función lo entenderá, todo sucede en la cabeza del espectador. La obra empieza no dándote datos y confiando en la inteligencia del espectador. Aquí no hay nada mascado. De hecho, el único dato que todo lo cuadra es la penúltima frase de la función. Se va creando algo muy mágico.
La novela original fue escrita hace mucho tiempo, pero las relaciones entre hombres y mujeres que describe son muy actuales.
Y seguirá siendo hasta el final de los días. Y hay una explicación antropológica: ellos se iban a cazar mamuts, mientras nosotras nos quedábamos a cuidar los cachorros y recolectábamos fruta. Nosotras nos hemos acostumbrado a vivir en comunidad. Estamos pendientes de los detalles, y eso nos separa de ellos. Nosotras queremos que sean románticos, caballeros… queremos tantas cosas de ellos… y ellos están ahí un poco aturdidos diciendo “si he traído el mamut, qué más quieres”.
Se te ve una mujer muy guerrera, pero sin embargo dices que no quieres pelear.
Yo no quiero pelear. Quiero decir, si me levantas la mano, posiblemente se me levante la pierna, pero soy profundamente pacífica. Es verdad que también soy de mucho carácter desde pequeña. Mi madre me decía que era muy vehemente, aunque cada vez lo soy menos. Cada vez entiendo más que la energía propia es un tesoro que no hay que perder y que hay momentos en los que discutir está muy bien, porque tienes que defender algo realmente importante, y hay momentos en los que decido no discutir, porque prefiero estar en calma.
Descubres que hay menos cosas por las que vale la pena pelear
Si me gustas, seremos amigas. Si no me gustas, no seremos amigas, y eso no quiere decir que seas terrible, ni que yo lo sea, quiere decir que no somos amigas. No pasa nada. Antonio Gala decía “la felicidad es darse cuenta de que en realidad casi todo importa poco”.
¿Todo es relativo?
Claro, y te das cuenta sobre todo cuando vas teniendo cosas materiales. Vivimos en la persecución continua de lo material. Cuando lo vas teniendo ves que hay cosas que están muy bien, como darle de comer a tus hijos o poder pagar la hipoteca. Pero hay un montón de cosas que perseguimos que carecen de importancia si no tienes gente cerca, y ya no hablo del amor, sino de gente buena cerca.
¿Es una necesidad?
Mi gran patrimonio son mis amigos. Un tesoro. Si tienes amigos, vas para adelante.
Eres periodista y así empezaste tu carrera profesional, ¿quizás por eso mantienes un blog y una cuenta de twitter tan activos?
Son ganas de contar cosas, en realidad. Son cosas que cuentas en la tele, en un escenario, que las cuentas en el blog o en twitter… todo es lo mismo.
¿Qué te aportan las redes sociales?
El contacto con la gente, pero sobre todo, la oportunidad de ver lo brillante que es la gente que en principio es desconocida. Y el cariño que te dan. El otro día escribí en el blog un post que se llamaba “Tristeza”, en un día en que me levanté triste. Recibí tantos mensajes de cariño, que me dije “no puedo estar triste”. Eso es un tesoro.
Como el personaje de Eva, reflejas una mujer real.
Uno de los motivos que me llevó a escribir el blog es que alucino con algunas blogueras que viven en un mundo donde todo es Dior. Y a mí me provocan cierta ansiedad, porque hay días o semanas que no me da tiempo a pintarme las uñas. Hay días en los que quiero sentarme a leerle un cuento a mi hijo y me quedo dormida, y hay días en los que estoy triste. Y de repente ves a tías que todo les queda súper bien siempre. Todo es Dior, todo es Chanel y se alojan en el Ritz… Descubrí que hay un montón de blogs, de revistas, que nos ponen en un papel agotador. Dan el reflejo de la mujer perfecta, con lo cual, las que no llegamos nos sentimos fatal. Pero es mentira y alguien tenía que decir “hoy estoy triste”. Porque las que tenemos que ir a trabajar, cogemos el autobús o el taxi y tenemos que vigilar si nuestra nevera tienes yogures para que nuestros niños merienden, ésas somos las perfectas.
¿Crees que el personaje que representas en las series en TV existe en la realidad?
Depende del día. Hay días que te levantas muy fuerte y afrontas los problemas con fortaleza y hay problemas que hacen romperte y hay días que estás de bajón… Todas somos todo y pobres de las que no lo sean. No conozco a ninguna mujer que sólo sea débil y no conozco a ninguna mujer que sólo sea fuerte.
¿Qué has aprendido del personaje de Eva?
He entendido la primera mirada al mundo. He entendido todo lo que nos perdemos a diario. Nos perdemos muchas cosas que están a nuestro alrededor. Quiero decir… ¡cómo huele la hierbabuena! Es alucinante que huela así. Sin embargo no nos percatamos, la cortamos y la echamos al mojito. Y en cambio Eva la primera vez que olió la hierbabuena, flipó.
¿Te ves reflejada en ella?
Todas las mujeres después de ver la función. Yo también soy Eva. Todas somos Eva. Y ellos son Adán.
¿Si hicieras cine, qué te gustaría?
Me encantaría hacer una comedia romántica, que es el género que más me gusta ver a mí, porque como todo sale bien, me tranquiliza mucho. No quiero ver Avatar, ni quiero ver Matrix. Porque no me interesa que me pase Avatar, ni que me pase Matrix. No no no… me gusta lo que sale bien.
¿Qué te da miedo?
La soledad no escogida. La gente sin límites. Me da miedo el sufrimiento de la gente. Me da mucho miedo la gente sin educación, la gente que hace miedo deliberadamente y no se le mueve un pelo. Es un miedo social, yo no lo he vivido afortunadamente.
Hay mucha gente, sobre todo mayores, viviendo la soledad. Qué crees que le falta a la sociedad para que no haya tanta gente en esta situación.
Parar. Parar para ver. Hay que parar para observar lo que verdaderamente tienes en frente. No nos puede dar todo igual porque nos va a pasar factura.
Estamos en un momento muy convulso.
Muy convulso y más que tendría que ser. Habría que empezar a vivir la convulsión del pueblo. La de “basta”, no reflotéis un puto banco más, mientras la gente no tiene para comer. Ayer leí una noticia que decía que en el 2025, habrá 8 millones más de pobres en España. Eso no se puede asumir. No es viable. España es un gran país. Con sus independencias, sin ellas, con sus distintos modos, costumbres, idiomas… Es un gran país con políticos terribles que no miran al pueblo. Nos lo venden como democracia, y no lo es. Democracia quiere decir que el pueblo tiene el poder. Tenemos políticos que no están preparados. De cada uno bueno, hay 10 que no saben hacer la o con un canuto. Lo que pasa aquí es una cosa inaudita. ¿Sabes quién se tendría que plantar? La policía. La policía tendría que pasar a proteger al pueblo, que para eso está, porque además, son el pueblo. El que nos mete en líos, el que reflota, tiene escolta…. y el pueblo en una manifestación tiene cargas policiales, ¡¿cómo?! no entiendo nada.
¿El teatro ayuda a reaccionar?
La cultura siempre ayuda. Abre mentes y obliga a pensar.